Los elogios que John Wayne dedicó a Maureen O’Hara, una de las pocas mujeres con las que trabajó en su carrera, reflejan una percepción algo limitada de las mujeres en la industria del cine. Al describirla, Wayne la define como “grande, vigorosa y absolutamente maravillosa”, utilizando términos que tradicionalmente asociamos con lo masculino.
¿Elogios o estereotipos? La paradoja en las palabras de Wayne
Este lenguaje muestra cómo su visión de las mujeres estaba influenciada por una mentalidad tradicional y conservadora, donde solo aquellas que encajaban en su noción de fortaleza y vigor eran dignas de consideración.
A lo largo de sucarrera, Wayne compartió el set con una larga lista de actores, pero la mayoría de ellos eran hombres, creando un círculo de colegas que se convertían en amigos cercanos. De hecho, su relación más duradera fue con el director John Ford, bajo cuya dirección protagonizó 14 películas, comenzando por la emblemática La diligencia en 1939. Más allá de Ford, Paul Fix se destacó como su compañero más frecuente, participando en 26 films juntos.
¿Amistad genuina o asimilación?
Sin embargo, a pesar de este gran número de colabores masculina, el hecho de que sólo haya una mujer reconocida en su círculo, Maureen O’Hara, plantea preguntas sobre su visión inclusiva y el rol de la mujer en un Hollywood dominado por hombres.
O’Hara y Wayne se conocieron a través de Ford para su primer trabajo en conjunto en Río Grande en 1950. Esta colaboración se repitió en varias películas, creando una conexión que trascendía lo profesional. Sin embargo, la manera en que Wayne la consideraba revela su limitada perspectiva sobre las mujeres.
A pesar de reconocer su talento y habilidad, él la describía como “uno más”, incluso refiriéndose a ella como “un buen tipo”. Esto sugiere que, a pesar de su admiración, no la veía como una igual en el mismo sentido en que valoraba a sus amigos masculinos.
¿Excepción que confirma la regla? La declaración reveladora de Wayne
Wayne dejó claro su enfoque en la amistad masculina al admitir que la única mujer en su vida a la que consideraba una amiga verdadera era O’Hara, describiéndola de una manera que sugiere que su vínculo le resultaba excepcional por el simple hecho de que era una mujer. En sus propias palabras: “He tenido muchos amigos y prefiero la compañía de los hombres. Excepto Maureen O’Hara”.
Esta afirmación destaca su incapacidad para relacionarse con sus colaboradoras de la misma forma que lo hacía con sus compañeros varones, lo que revela las limitaciones de una visión marcadamente patriarcal que aún prevalece en diversas esferas.
Reflexiones sobre género en el cine clásico
Las palabras de Wayne sobre O’Hara reflejan un reconocimiento de su profesionalismo y la química que había entre ambos en pantalla. Sin embargo, también exponen el reto de aceptar a las mujeres como iguales en la industria.
Este contexto revela mucho sobre la época y el ambiente en el que ambos actores trabajaron, permitiéndonos ponderar sobre cómo las expectativas de género moldearon las dinámicas de sus relaciones y la representación de las mujeres en el cine.
A través de esta historia, podemos ver el camino que aún queda por recorrer hacia una verdadera inclusión y apreciación de las mujeres en todos los ámbitos.
