Ya estamos en plena temporada de calor y, como muchos, te encuentras buscando formas de mantener tu hogar fresquito sin que tu factura de electricidad se dispare. Afortunadamente, existen trucos y consejos prácticos que pueden ayudarte a alcanzar esa temperatura ideal sin caer en el exceso de consumo energético.
Entre los mejores aliados para combatir el calor, los ventiladores tradicionales se destacan. Estos dispositivos no solo mueven el aire, mejorando la sensación térmica, sino que también lo hacen con un gasto eléctrico mínimo. Pero, ¿Cómo podemos maximizar su efectividad y disfrutar de un frescor auténtico?
Limpiarlos antes de usarlos
Los ventiladores suelen estar guardados a buen recaudo el resto del año, y con la llegada del calor, regresa la necesidad de utilizarlos. Sin embargo, para mejorar su eficiencia y garantizar su correcto funcionamiento, es fundamental realizar una puesta a punto. El polvo acumulado en sus componentes puede afectar su capacidad de enfriamiento de varias maneras.
Un ventilador sucio impide la circulación normal del aire, que es su función principal. Si las aspas o la rejilla están cubiertas de polvo, el motor trabajará más de lo necesario, aumentando así el consumo eléctrico y elevando ligeramente la temperatura del aire que expulsa. Además, si las rejillas de ventilación están bloqueadas, el motor podría sobrecalentarse, lo que provocaría averías.
Por otro lado, el polvo y los ácaros acumulados son nocivos para la salud y contribuyen a que se dispersen por el aire, creando un ambiente poco saludable en tu hogar.
Limpiar el ventilador no es complicado. Solo necesitas un paño húmedo, un poco de agua y jabón. Desenchufa el ventilador primero, limpia bien las aspas y las rejillas protectoras, y asegúrate de dejarlo secar completamente antes de encenderlo nuevamente.
Colocarlo en el lugar más apropiado
El lugar donde coloques el ventilador es crucial para su rendimiento. Para generar un flujo de aire constante, debes evitar obstáculos que impidan una buena circulación, como puertas, muebles o cortinas.
La clave está en facilitar la salida del aire caliente acumulado en la habitación, ya sea por la respiración de los habitantes o por el calor emitido por dispositivos electrónicos. Abre una ventana para permitir la entrada de aire fresco y crea corrientes de aire a través de la casa.
Evitar usar el ventilador en habitaciones cerradas es fundamental, ya que solo estarás moviendo aire caliente. Es preferible ubicar el ventilador en una estancia que esté en sombra, con orientación norte, o donde el calor no se acumule. Por ejemplo, coloca un ventilador expulsando aire hacia afuera en una habitación fresca y otro en el salón, ayudando a que el aire fresco fluya.
Este tipo de colocación puede crear un flujo de aire en toda la casa, incrementando la sensación de frescor y confort, y ayudando a contrarrestar el calor generado por tu presencia y otros electrodomésticos.
El truco de los cubitos de hielo
Si te gusta la manualidad y tienes niños en casa, puedes probar un curioso truco que puede aumentar la frescura. La idea es colocar unos receptáculos en la parte trasera del ventilador, donde absorbe el aire caliente. Llénalos con cubitos de hielo o los típicos depósitos de congelación que vienen con frías de camping.
Puedes fabricar esos receptáculos cortando botellas de plástico grandes. Existen diversas versiones de este truco: algunas incluyen agujeros en las botellas para permitir una salida más rápida del aire frío, mientras que otras no tienen agujeros, ofreciendo un efecto más duradero aunque menos intenso.
¿Funciona? Sí, puedes sentir un aire más fresco durante un periodo que varía entre media hora y un par de horas, dependiendo del calor exterior.
El truco del embudo
Otro truco interesante es el del embudo, una técnica sencilla que puedes adaptar fácilmente. El objetivo es redirigir el flujo de aire del ventilador, creando una dirección más amplia y efectiva en la habitación, lográndose así incrementar la sensación de frescor sin gastar mucho más en electricidad.
Consejos simples para disfrutar de un verano más fresco en casa
Estos pequeños trucos y cambios pueden marcar una gran diferencia en tu hogar durante los meses calurosos. Cada paso cuenta a la hora de luchar contra el calor y mantener un ambiente cómodo y saludable. ¡Pruébalos y disfruta de un verano mucho más fresco!