Con la llegada del verano, la búsqueda de alivio del calor se intensifica, y eso significa que todos nos lanzamos a buscar sistemas de refrigeración, desde ventiladores hasta aires acondicionados.
Pero antes de apresurarnos a comprar un nuevo equipo, es crucial prestar atención al que ya tenemos en casa. Con el uso diario y el paso del tiempo, estos aparatos pueden perder eficacia; lo he notado yo mismo cuando, en un caluroso día de julio, mi aire acondicionado ya no enfriaba como antes.
Preocupado por la posibilidad de necesitar una carga de gas, decidí hacer algunas comprobaciones por mi cuenta y evitar así un gasto innecesario.
¿Cómo evitar el colapso del aire acondicionado antes del verano?
Antes de que las temperaturas suban y los servicios técnicos se saturen con solicitudes de instalación y reparación, es recomendable revisar el funcionamiento del aire acondicionado.
¿Te has dado cuenta de que ya no enfría? Aquí te comparto lo que hice para revertir la situación sin tener que invertir dinero en un servicio técnico.
Uno de los aspectos más importantes del mantenimiento es la limpieza de los filtros, especialmente al comenzar la temporada de uso. Estos filtros son como un escudo protector: capturan polvo, esporas de moho y otros alérgenos del aire.
Si los filtros están sucios, no solo impedirán el flujo de aire, sino que también afectarán la capacidad de enfriamiento o calefacción del equipo, y hasta podrían provocar fallos en el sistema. Aquí, los propios fabricantes como Bosch, por ejemplo, lo recomiendan encarecidamente.
¿Cómo limpiar los filtros?
Dependiendo del modelo de tu aire acondicionado, puede que cuente con filtros permanentes o reemplazables, pero en ambos casos, el acceso generalmente es simple y la limpieza es bastante accesible para cualquier usuario.
La mayoría de las veces, solo tendrás que retirar la rejilla protectora el mecanismo puede variar un poco según la marca para acceder a los filtros. Si tu equipo utiliza filtros desechables, la solución es muy sencilla: simplemente los sustituyes por otros nuevos. Si, en cambio, tienes filtros reutilizables, el proceso es igual de fácil: los extraes y los limpias.
Puedes enjuagarlos bajo el grifo con un poco de agua y jabón utilizando una esponja suave, o puedes optar por sumergirlos en una mezcla de agua y vinagre a partes iguales. Este método, que recuerda a lo que hacemos para eliminar la cal de los hervidores, es efectivo para desinfectar en profundidad. No olvides dejar que los filtros se sequen al aire antes de volver a colocarlos en su lugar.
¿Cómo una simple limpieza de filtros puede salvarte del calor?
Un mantenimiento tan simple como este no solo prolonga la vida útil de tu aire acondicionado, sino que también reduce el consumo eléctrico. Un equipo con filtros limpios necesita menos energía para alcanzar la temperatura deseada, y al eliminar los residuos acumulados, mejoramos la calidad del aire que respiramos en casa. Imagina lo reconfortante que es entrar en un espacio fresco y limpio después de un día caluroso.
Los filtros, que actúan capturando polvo, ácaros, polen y otras partículas contaminantes, son esenciales. Si no se limpian regularmente, el aire que sale de tu aire acondicionado frío o caliente puede traer consigo suciedad, olores desagradables e incluso afectar tu salud y la de los que viven contigo.
Sin un mantenimiento adecuado, es común que el aparato funcione bien el primer año, pero esto puede cambiar con el tiempo; podrías enfrentarte a un descenso en el caudal de aire, a una pérdida de capacidad de refrigeración o calefacción, o a problemas más serios que te obliguen a llamar a un técnico.
¿Cada cuánto tiempo se deben limpiar?
La frecuencia con la que se debe limpiar tu aire acondicionado varía dependiendo del uso. En lugares con uso intenso, como oficinas o comercios donde el aparato está funcionando todo el día, lo recomendable es darle una limpieza cada dos o tres meses. En casas particulares donde el empleo no es tan constante, al menos una limpieza profunda al año es suficiente, y lo ideal es hacerla justo antes de la temporada de calor.
¿Qué hacen los filtros?
El filtro se sitúa en la parte superior del equipo, justo donde este aspira el aire del ambiente. Después de pasar por el intercambiador, el aire se enfría o calienta y se redistribuye en la habitación. Si la entrada está obstruida, el funcionamiento se verá comprometido: la eficiencia del equipo disminuirá, aumentará el consumo energético y la calidad del aire se verá afectada.
Un pequeño esfuerzo en el mantenimiento puede hacer una gran diferencia. Con unos pocos minutos dedicados a revisar y limpiar los filtros, preparamos nuestro hogar para recibir el verano con un aire fresco y saludable.
Así que, antes de que el calor arrecede y el aire acondicionado pida a gritos un respiro, toma un momento para revisar ese fiel compañero de verano. Te aseguro que te lo agradecerá, y tu bolsillo también.