Cuando una tecnología disruptiva llega al mercado, es habitual ver cómo tanto usuarios como empresas se apresuran por incorporarla en sus operaciones. En este momento, la inteligencia artificial (IA) es el epicentro de la innovación tecnológica, transformando no solo la manera en que interactuamos con el mundo digital, sino también el funcionamiento de numerosas industrias. Sin embargo, este auge viene acompañado de desafíos significativos, especialmente en lo que respecta al costo de componentes esenciales, como la memoria.
IA como nuevo motor de la demanda de hardwar
Uno de los problemas más prominentes que enfrentamos con la IA es la enorme cantidad de recursos que demanda. Esto es fundamentalmente distinto a lo vivido durante la fiebre de la minería de criptomonedas; aquí, la IA no solo exige un potente procesador y una tarjeta gráfica de alto rendimiento, sino que también necesita una capacidad considerable de almacenamiento y memoria RAM. Para quienes están en el campo profesional, esto se traduce en una búsqueda incesante de soluciones que, a menudo, se compran en grandes volúmenes, exacerbando la presión sobre la producción y causando que la oferta no logre satisfacer la creciente demanda.
El impacto de esta presión se ve reflejada inmediatamente en los costos de los productos. A medida que la demanda crece, no solo se encarece el precio de los dispositivos, sino que también nos enfrentamos a una notable escasez en el mercado. Esta situación es particularmente aguda en el sector de los centros de datos, donde la adopción de inteligencia artificial está llevando a una saturación del mercado de discos duros y soluciones de almacenamiento que cumplen con esos requisitos.
Alarmante retraso en los plazos de entrega en Asia
En regiones como Asia, donde el uso de inteligencia artificial está en auge, los plazos de entrega de discos duros diseñados para entornos empresariales se están alargando de manera alarmante. Un informe de DigiTimes del pasado 7 de noviembre reveló que estos discos pueden tener tiempos de espera que se extienden hasta dos años.
La producción de memorias QLC NAND, que son cruciales para el funcionamiento de los SSD, se está desviando hacia los proveedores de servicios en la nube, quienes se apresuran a satisfacer sus propias necesidades, lo que a su vez alimenta la escasez en el mercado.
Aumento de precios se extiende a las memorias RAM y SSD
Manufacturers como Sandisk están contemplando aumentos de precios de hasta un 50% en los chips de memoria, aunque continúa siendo incierta la extensión de este aumento: si afectará solo a los modelos empresariales o también a los chips TLC más convencionales. Este escenario ha comenzado a reflejarse en los precios de las memorias RAM y SSD. Por ejemplo, en Corsair, un kit de memoria de dos módulos de 32 GB, configurados a 6400 MT/s con latencia CL32, ya supera los 500 euros. Este cambio de precios no es un fenómeno aislado; se observa a nivel global. Usuarios en Estados Unidos han comenzado a notar cambios de precio en tiendas como Best Buy, un patrón que también se repite en varias tiendas de Europa.
Preparación y entendimiento en la era de la IA
La transición hacia la inteligencia artificial está remodelando, para bien o para mal, el paisaje tecnológico. A medida que nos adentramos en esta nueva era, es esencial que consumidores y empresas se mantengan informados y preparados para adaptar sus estrategias en función de estas fluctuaciones en el mercado.
La conversación no es solo sobre adoptar tecnología de vanguardia, sino también sobre entender las implicaciones que estas decisiones conllevan en términos de costo y disponibilidad. En tiempos de cambio, la empatía y la comprensión son clave para navegar por las complejidades de un mundo impulsado por la inteligencia artificial.






























