Quién podría haberlo imaginado. A pesar de las señales que llevábamos tiempo viendo, esta situación se desarrolló más rápido de lo que creíamos. Si retrocediéramos hasta el verano de este año, podríamos haber adquirido kits de memoria RAM a precios razonables. Sin embargo, la falta de stock y los problemas en la cadena de suministro sin mencionar los aranceles han provocado que su costo se haya prácticamente duplicado. Ahora, incluso el mercado de tarjetas microSD, que durante años ha quedado al margen de estos altibajos, comienza a sufrir las consecuencias de esta crisis en el abastecimiento de chips de memoria.
Recientes reportes desde Japón indican que muchos consumidores están enfrentando problemas para conseguir tarjetas microSD. Este auge en la demanda ha surgido como una reacción directa a la escasez de RAM y SSD, llevando a los usuarios a buscar alternativas de almacenamiento. Las tarjetas microSD, antes consideradas como una opción secundaria, ahora se han convertido en una solución muy buscada para guardar documentos, fotos y otros archivos importantes.
Impacto de la escasez en un mercado que nunca fue estable
Aunque puede parecer sorprendente, el mercado de productos de memoria (ya sean tarjetas microSD, RAM o SSD) disfrutaba de una estabilidad notable en los últimos años. Sin embargo, un solo factor disruptor, como la actual falta de suministro, ha puesto de manifiesto lo frágil que es esta estabilidad. Los precios se están disparando. Por ejemplo, un kit de RAM DDR5 de 32 GB que antes podías comprar por alrededor de 120 euros, ahora raramente se encuentra por menos de 240 euros.
Imaginemos por un momento lo que esto significa: un consumidor típico que busca actualizar su computadora o ampliar la capacidad de almacenamiento de su teléfono de repente se encuentra con que los precios han subido por las nubes. Y eso no es todo; el mercado de microSD, que siempre había funcionado de manera predecible, está experimentando un incremento inesperado en la demanda que ha dejado a los fabricantes atrapados en un dilema.
La mayoría de nosotros nunca hubiéramos anticipado que el aumento de precios de la RAM y los SSD podría arrastrar a las microSD. Aunque generalmente son percibidas como una opción de almacenamiento temporal, en este momento se están convirtiendo en una solución de corto plazo para muchos. Esto es algo que jamás imaginaríamos, pero los estantes en Japón están comenzando a quedar vacíos, y los clientes no paran de preguntar cuándo recibirán más.
¿Qué implica esto? Que los fabricantes deben reaccionar rápidamente ante una demanda que no esperaban. Y, lamentablemente, se están quedando cortos.
¿Qué sucederá en los próximos meses?
Si la tendencia observada en Japón se extiende a nivel global, el escenario no es prometedor. Con el incremento en la demanda, las tarjetas microSD también verán aumentar sus precios, al igual que la RAM y los SSD. Esta situación puede ser una larga agonía, ya que los fabricantes tradicionalmente solo han producido cantidades limitadas de microSD. No están equipados para manejar un incremento significativo en la demanda ni de lejos.
Ahora, reflexionemos por un momento sobre la practicidad de usar microSD como un sistema de almacenamiento permanente. La verdad es que, bajo circunstancias normales, nadie en su sano juicio lo haría. Por esto, se podría argumentar que la crisis de las microSD es un fenómeno temporal, uno que podría restringirse a Japón y no escalar a otros mercados.
Verano 2026
La situación de la memoria RAM y SSD, sin embargo, es mucho más seria. A nivel global, los problemas son evidentes. Hemos contactado a varios fabricantes del sector y, aunque la situación es preocupante, han asegurado que están tomando medidas para evitar un colapso total.Nuestra previsión es que los precios de RAM y SSD no aumentarán mucho más, y con suerte, hacia el verano de 2026, volveremos a ver un cierto grado de estabilidad en este mercado. Pero, por supuesto, esto es solo nuestra opinión; el futuro nunca es seguro y el tiempo dirá qué rumbo tomará todo.






























